los reinados de la muerte suprema, donde el diablo celebra su misa funeraria, el infierno y sus pasillos, llenos de sangre,
cuerpos descompuestos por la posesión, han invadido la cripta, el reino de la muerte, ha asfixiado a sus víctimas con la sangre de los primeros hombres, que ha sido transmitida de generación en generación
en el calor de las tinieblas, la sombra de la luna, y sus silencios nocturnos, han invadido al padre de la creación, haciéndolo prisionero del mal de ojo.